Peregrinación por la Vida
La Delegación de Familia y Vida de la diócesis de Getafe y el Centro de Orientación Familiar organizan una peregrinación por la vida que tiene lugar cada año el sábado víspera de Domingo de Ramos. Se trata de una celebración que tiene dos momentos: Una peregrinación penitencial pidiendo perdón por la herida del aborto. Esta marcha se realiza en silencio, rezando y meditando el santo Rosario y celebrando el Sacramento de la Reconciliación, con los sacerdotes disponibles para confesión.
Al término de la peregrinación hasta el monasterio de Santa María de la Cruz en Cubas de la Sagra tiene lugar el segundo momento. El obispo preside allí una especial Eucaristía. En esta ceremonia, inspirada en la Vigilia pascual, sigue la recomendación de San Juan Pablo II de “confiar con esperanza al niño al Padre y a su Misericordia” imponiendo un nombre a los niños no nacidos y con la invocación de los santos. Esta celebración festiva constituye un bautismo de deseo para todos los niños no nacidos que son presentados en esa Eucaristía. Las hermanas del Monasterio custodian los nombres de los niños durante todo ese año y rezan por ellos y sus familias.
El Papa Francisco en su Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium (La alegría del Evangelio) señala que “a los niños por nacer, hoy se les quiere negar su dignidad humana”.
“Sin embargo, esta defensa –por la Iglesia- de la vida por nacer está íntimamente ligada a la defensa de cualquier derecho humano. Supone la convicción de que un ser humano es siempre sagrado e inviolable, en cualquier situación y en cada etapa de su desarrollo” (EG n. 213) .
Es una peregrinación en la que pueden participar todos los fieles y también familias y niños y están invitadas “todas las personas sensibles al drama del aborto y a las manipulaciones de los embriones” para rezar ante la Virgen y reparar así la herida del aborto provocada en los niños y sus padres.
