Poner nombre

El nombre es una señal de identidad. Somos pensados y amados por Dios con un nombre concreto para toda la eternidad. Es importante poner un nombre al bebé no nacido. Muchos ya han pensado alguno para su futuro bebé, otros todavía no. Podemos rezar y pedir a Dios un nombre. Cuando no se conoce su sexo podemos preguntarles a ellos o a su ángel de la guarda. Quizás recibamos una respuesta. Puede ser que el nombre ya lo hubiéramos pensado o por el contrario que nunca se nos hubiera ocurrido. Hay que orar con paciencia. Es importante no hacerse muchos líos pero el nombre es importante para que pueda crecer la identidad del no nacido.